El fin de la "guerra fría" produjo una disminución general de los presupuestos militares, lo que obligó a las principales       potencias aéreas a revalorizar aquellos sistemas de armas que, pese a tener antigüedad, permitían una adecuada modernización. Esto hizo que dejaran de lado o retrasaran proyectos de aviones de combate de tecnología muy avanzada, como el Laví israelí, el Eurofighter europeo, el F-22  estadounidense, entre otros. Por el contrario, se incrementó el apoyo económico a los proyectos de reequipamiento y actualización de aeronaves cuya célula les brindaba una larga vida útil por delante, de manera que resultase rentable su modernización. Este fue el caso del Phantom F-4, del  Mirage NG y del A-4M de Singapur, para nombrar sólo algunos. Entonces, podríamos aventurarnos a señalar que no existe el avión de combate  "viejo", pero sí el "desactualizado". Ante este panorama, la FAA decidió adquirir no sólo una aeronave económica, sino también conocida por nuestras tripulaciones, con una gran  vida útil remanente, robusta, de gran radio de acción, adecuada carga portante, maniobrable y con equipos electrónicos modernos. Se analizaron los sistemas de a bordo del F-16 norteamericano para estudiar su incorporación al A-4M y se lograron resultados satisfactorios, ya que se llegó a reemplazar los antiguos instrumentos analógicos de vuelo por los  digitales, más modernos, económicos de mantener y mucho más confiables.Sin ninguna duda, el "corazón" lo constituye el radar APG-66, que permite incrementar la capacidad de ataques a blancos aéreos y terrestres a gran distancia. En el modo AA el alcance es de 100 km, en los AS y AM de 40 km y en el Met 100 km. A título comparativo, conviene recordar que el alcance del radar del M III en modo AA es de 20 km. El APG-66 incorpora también un modo "mapa" para la navegación e identificación de tiro; tiene capacidad de autodefensa y contramedidas electrónicas.La aviónica también ofrece magníficas posibilidades: el A-4 AR adopta dos HDD (Head Down Display) con dos pantallas cromáticas de cristal líquido, HOTAS (manos en palanca y acelerador), piloto automático y computadora de       planificación de misión. Además se incorporó un sistema autónomo de generación de oxígeno. Como puede apreciarse, se trata de equipamientos de a bordo muy modernos, que contribuyen a lograr una relación eficacia/costo alta, ya que, por ejemplo, el precio de un F-18 es de u$s 30 M, el de un F-16 es de u$s 25 M y el de un A-4 AR sólo de u$s 5,5 millones. La incorporación de estos adelantos sumada a las conocidas capacidades del A-4, hacen del modelo A-4 AR un sistema de armas formidable, con reabastecimiento en vuelo, gran radio de acción, magnífica relación peso/potencia, muy buena maniobrabilidad, una gran capacidad de carga portante y aptitud multirrol. La planta de poder es la conocida Pratt and Whitney J-52 P-408. La alimentan dos depósitos alares de combustible de 2120 litros de capacidad total y opcionalmente dos tanques suplementarios de 1 500 litros, para misiones de largo alcance. En el domo situado sobre el fuselaje, detrás de la cabina, se encuentra una boca de llenado por gravedad. Este carenado contiene también la antena UHF, el sistema de enfriamiento de la aviónica, el VHF y luces anticolisión. El J-52 P-408   desarrolla 5 000 kg de empuje, tiene una configuración interna de dos ejes y un total de 12 escalones en sus compresores. La relación de presión es de 14,6 : 1 y la cámara de combustión incorpora un dispositivo especial       para reducir la emisión de humo. Con respecto al J-52 básico, el P-408 adopta algunas mejoras que le permitieron aumentar el empuje, como aletas directoras de flujo en la entrada, de dos posiciones y refrigeración de los álabes de la primera etapa de la turbina. El peso seco es de 1 052 kg, el diámetro 0,815 m y la longitud 3,020 metros. Haciendo una muy apretada síntesis de las performances del A-4 AR se puede decir que alcanza Mach 0,87 a nivel del mar (en atmósfera estándar) y 0,93 a gran altitud, es decir, casi la velocidad del sonido. Con el máximo peso de despegue y transportando 1 135 litros de carburante extra en el depósito suplementario central, puede llevar 1 815 kg de armamento externo hasta una distancia de 420 km y regresar (misión con perfil LO-LO-LO*) o llegar a 510 km con perfil HI-LO. Volando en HI-LO-HI (misión de apoyo cercano), puede sobrevolar durante una hora un blanco situado a 280 km con 1 815 kg de bombas, o durante dos horas con 800 kg de bombas. Una nueva generación de Halcones, los primeros A-4 AR Fightinghawk, que suceden a los gloriosos A-4B y C Skyhawk veteranos de Malvinas, han arribado a su base de asiento en las planicies puntanas después de un extenso vuelo al sur tal cual lo efectuaran veintiséis años atrás sus heroicos predecesores. Un nuevo capítulo en la historia de la Fuerza Aérea Argentina ha comenzado.

      * LO-LO-LO: siglas en inglés de perfil bajo-bajo-bajo. HI-LO: perfil alto-bajo. HI-LO-HI: perfil alto-bajo-alto. 

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